viernes, 25 de octubre de 2019

DEPRESIÓN POST-PARTO. 
¡¡UN ENEMIGO QUE SIEMPRE VIGILA!!

Con la llegada de un nuevo miembro a la familia, los acontecimientos se precipitan. Algo lógico si tenemos en cuenta que un recién nacido no sabe hacer nada por sí mismo  !! dependencia máxima de nosotros ¡¡.
 Lo que sucede , y no nos damos cuenta, es que en ese instante  también nace una mamá, y casi siempre  pasa a un lugar secundario respecto del niño. 
La falta de información que la mayoría de las madres tiene sobre qué significa tener un hijo desde un punto de vista emocional, hace que muchas se vean  reducidas a un torbellino  de sentimientos, a veces negativos, que pueden incluso llegar al extremo de hacer que  rechacen a su bebé o en casos muy graves  incluso dañarlo.
Cada vez sabemos más de la conexión íntima a todo nivel que se establece entre la madre y el bebé y de la importancia que tiene para encauzar las situaciones venideras, el tener un parto tranquilo y con la mínima intervención posible por parte del obstetra mas allá de la atención puramente médica. 
Actualmente, que ese momento clave en nuestras vidas conlleve  poca separación  entre madre y recién nacido,  evitar las inoportunas visitas de media familía en la habitación  opinando de todo y otras acciones que seguro nos vienen a la mente,  se consideran elementos de suma importancia para los papás.
Esto hace que las cosas transcurran de una manera cercana a tal y como la naturaleza las ha diseñado,  y serán  fundamentales a la hora de prevenir depresiones posparto,  mucho más normales de lo que creemos y de relativa fácil solución si se toman las medidas adecuadas y necesarias.
Pero, ¿qué es exactamente la depresión posparto? 

Generalmente no  reconoceremos sus  síntomas, con el lógico empeoramiento de los mismos en el tiempo. Sensación de incomprensión, soledad, miedo, angustia...etc. son manifestaciones normales de esta situación anómala y el aceptarlo y ponernos en manos de un profesional será el primer paso para superarla.

La  depresión  puede ser moderada o intensa y  se produce generalmente en los 12 primeros meses tras el parto, de forma más frecuente a partir del tercer mes.
La causa exacta de la depresión posparto se desconoce, pero es muy probable que tanto factores biológicos (  genética o cambios hormonales en la gestación, el parto y  la lactancia ) como  los sociales sean  responsables de ella... 
Y sí, hemos nombrado causas sociales. En este mundo que nos tocó vivir, la llegada del niño influye en nuestra actividad laboral, deportiva, de ocio... podemos vernos recluidos durante un tiempo, sin apoyo externo (que posiblemente no consideremos necesario) a la "soledad" de la maternidad.
 Y esto pesa sobremanera en nuestra mente acostumbrada a rutinas que ahora nos excluyen y relegan hasta lo que podemos entender como invisibilidad en  nuestro entorno mas reconocible.   Mucho ojo con estos factores, ya que suelen ser responsables de gran parte de estos periodos depresivos.

Se puede evitar?

Si, pero lo haremos desde la base . Los  niños  fruto de una maternidad libre y deseada producen menor estres y por tanto riesgo de depresión.  El "primer mundo" se llena año tras año  de  partos prematuros y bebés de bajo peso  a pesar de la "buena calidad de vida" y  salud de la que supuéstamente gozamos.
¿Por qué?
El estrés relacionado con la maternidad es, según los expertos, “el principal problema a la hora  del incremento  de bebés prematuros y nos da una idea de cómo está tratando la sociedad a las madres”. 
Si damos  un ambiente "seguro" a la madre y un entorno donde se sienta cómoda, habremos arreglado parte del problema.

Que no te separen del bebé


Tanto el parto como la crianza son procesos fisiológicos complejos,  en los que intervienen neurotransmisores como la oxitocina, que están directamente implicados en la regulación del estrés,  en la formación de vínculos madre-hij@ y en la salud tanto física como mental de la mama.
Por  tanto,  la separación del bebé, la ausencia de lactancia natural  y del contacto  cercano entre  hijo y madre,  sobre todo en los primeros momentos, producen un desequilibrio en los circuitos oxitocinérgicos que implica alteraciones (que la mente  entiende como desequilibrio entre  una  acción  y su recompensa en la práctica)  a través de la dopamina,  dando como resultado a  una mama  satisfecha o frustrada.

La madre y el bebé están programados para no interrumpir su vínculo. El bebé  necesita estar en contacto con su madre constantemente, pero la madre también ; y su cuerpo está diseñado para activar una respuesta fisiológica concreta por lo que “si esta respuesta se interrumpe, la adaptación a la nueva situación es más costosa, más estresante y puede afectar tanto  al niño como a la madre.

Qué hacemos con una mama depresiva?
Lo primero es diagnosticarla, cosa en muchos casos difícil, ya que no son pocas las madres que niegan sufrirla y por tanto no colaboran en su erradicación.  ¡¡ Abre tu mente y déjate ayudar por personas cualificadas y no por familiares o amigas, que aun con la mejor de las intenciones, en ocasiones son un obstáculo más para el tratamiento !!.


Una vez detectado el problema, lo primero sería intentar que la madre recupere cuanto antes sus condiciones naturales y  óptimas. Uno de los grandes errores que se producen cuando se diagnostica una depresión posparto (y se esta dando de mamar) es decirle a la madre que tiene que destetar debido a una posible ingestión de medicamentos para su tratamiento, pero olvidamos que   la oxitocina que se produce durante la lactancia  es de gran ayuda para  superar este tipo de situaciones y reducir el riesgo de padecerlas.
Recomendar el contacto piel con piel con el recién nacido, el colecho y otro tipo de comportamientos que ayudan a elevar los niveles de oxitocina (comportamientos maternales, como acunar, cantar al bebé, acariciarlo…) también son buenas medidas para minimizar los efectos de una depresión posparto.
Por supuesto no podemos olvidar   como en  cualquier alteración de este tipo, el apoyo emocional. La nueva madre debe sentirse acompañada, apoyada y querida para superar cuanto antes la enfermedad.
"No dejar a la madre sola"
La maternidad en nuestra realidad social actual,  se vive, en muchos casos, en total aislamiento, metidas entre las cuatro paredes de nuestros pisos con la única ayuda de nuestra pareja y a veces ni eso. El ser humano  necesita al grupo para sobrevivir,  necesitamos criar en grupo, la maternidad humana es cooperativa y nunca hasta ahora las mujeres habían criado a sus hijos sin la ayuda y el acompañamiento de otras mujeres”

De hecho en  países nórdicos, donde las mujeres tienen mas protegidos los derechos inherentes a la maternidad,y tienen políticas socio-sanitarias mas claras en este ámbito, existe una menor incidencia de la  depresión.
Protección del derecho de lactancia, bajas maternales largas y protección del puesto de trabajo y de la independencia económica, apoyo social… todo lo que se necesita para que la depresión posparto se convierta en un tema anecdótico y que afecte a muchas menos mujeres en un momento tan importante de la vida y que va a condicionar no solo su salud futura, sino también la de sus hijos.

Y COMO RECORDAMOS SIEMPRE, "ESTO ES SOLO UNA PEQUEÑA IDEA DE LO QUE PUEDE PASARTE, NO UN DOGMA DE FÉ".
ACUDE A TU MÉDICO SIN MIEDO Y DÉJATE GUIAR POR ÉL. 
ES LA PERSONA MAS CUALIFICADA PARA AYUDARTE.

UN ABRAZO PARA LAS MAMAS
CASA DEL BEBE


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