lunes, 23 de diciembre de 2019

JUGUETES Y NIÑOS... NO TODO VALE.

Todos los que somos padres o madres, tenemos una máxima marcada a fuego en el interior de nuestra mente... DARLE LO MEJOR A NUESTRO HIJO.
Pero !!ojo¡¡ eso no significa que pongamos a su alcance más de lo recomendable. Y en el tema juguetes, nos solemos pasar de rosca, reconozcámoslo...
En CASA DEL BEBÉ, vamos a darle una vuelta a esta situación y a darte algunas pautas a seguir para que nuestro hijo no acabe pensando que todo está a su alcance sin apenas esfuerzo.
Constantemente buscamos la manera de hacer felices a nuestros hijos dándoles el mejor cuidado que podemos y  cosas que los entretengan.
Al final acabamos confundiendo lo adecuado para él con lo mas o menos fácil para nosotros... comprar, comprar y comprar... Erramos al equiparar la cantidad y la calidad.
Cumpleaños, comuniones, Reyes Magos, Papa Noel...  corremos el peligro de caer en algo llamado el "síndrome del niño hiper-regalado"... !!Horror, terror y pavor¡¡


¿Qué ocurre cuando se le dan demasiados regalos o juguetes a un niño.

  • Le mandamos mensajes confusos  sobre la disposición que tienen para comprar lo que quieran solo por el mero deseo de tener.
  • Estamos diciéndoles que todo lo alcanzan con pedirlo, sin esforzarse ni hacer méritos para ello.  
  • Si además los juguetes que les facilitamos "hacen muchas cosas" coartamos su imaginación al darles las cosas hechas. Una simple caja de cartón puede ser un castillo, un barco, un coche o un "fuerte" de los indios... un robot que habla siempre será un robot que habla.

Darle juguetes a los niños no tiene nada de malo. Hay algunos que les ayudan a estimular su imaginación y a aprender cosas nuevas. El problema surge cuando no nos medimos ni ponemos un límite en la compra de ellos.
  • El niño se acostumbra a recibir regalos y juguetes sin ningún esfuerzo y sin valorar cada
    uno de ellos. Tener mucho regalos también pone límites a su imaginación y los acostumbra a que la única manera de jugar o divertirse es haciéndolo con sus juguetes.
  • De igual manera, aunque los niños hayan deseado con mucho entusiasmo cada uno de los juguetes que reciben, se pierde pronto el entusiasmo y el interés cuando éstos se acumulan. Son tantos que al final muchos terminan utilizándolos solo un par de veces para luego ser olvidados.
    El exceso de regalos puede convertir a niños en personas egoístas y caprichosas, que también podrían llegar a ser adultos con problemas de consumo y frustración al entrar al "mundo real" y darse cuenta que no pueden tener todo lo que desean, como cuando eran niños y recibían cientos de juguetes.
Y, ¿qué podemos regalarle a los niños que no sean juguetes?

Puedes iniciar dos vías que consideramos muy interesantes , a la vez, que provechosas.
Libros.
¿Quieres embarcarlos en aventuras, viajes fantásticos y exóticos destinos?... y ¿además de una forma segura y barata? 
Los libros que lean de pequeños y logren atraparlos quedarán para siempre en sus
recuerdos. Pasaran los años y  estarán allí. Recomendaríamos, por tanto, ese regalo para  los niños, evitando  caer en el exceso de juguetes... !!mejor un exceso de libros¡¡.
Estimular desde temprana edad el amor por la lectura es una excelente opción para que ellos conozcan una actividad que los puede divertir y además, beneficiarlos en otros ámbitos distintos.
Inculcarles el hábito de la lectura depende  y mucho  de ti... si mamá y papá leen, es fácil que lo haga el niño.  
Los niños son curiosos por naturaleza y si tú muestras interés o curiosidad por el contenido de los libros, ellos también querrán saber de qué se trata.
Viajes y experiencias.
Otra cosa que recordarán con mucho agrado son los viajes.
Ir a conocer un lugar nuevo o diferente es una bonita manera de pasar tiempo en familia y de estimular la imaginación de un niño. Cuando se viaja a un lugar nuevo, nosotros estamos atentos a todos los detalles y novedades del viaje. Lo mismo pasa con los niños. Ellos lo disfrutan aún más porque tienen a mamá y papá para ellos todo el tiempo que deseen, a diferencia de la vida en casa, donde quizás van a la escuela y los padres trabajan fuera de casa. Es un momento de relajarse y pasarla bien en familia, donde crearán nuevos y hermosos recuerdos que sin duda perdurarán en su memoria durante los años por venir.
Sabemos que salir de vacaciones no siempre es posible, ya sea por cuestiones económicas o que los trabajos de uno u otro no permitan muchos días libres para tomarlas. Pero cuando eres niño, toda experiencia nueva es una aventura. Un simple viaje de fin de semana a algún pueblo vecino o una visita al zoológico o al acuario de la ciudad, tendrán un impacto positivo en los niños. Quizás hasta un simple campamento o una excursión cerca de casa puede ser una buena opción.
No desdeñemos los fines de semana, los puentes o incluso esa excursión de medio día... tenemos a nuestro alcance cientos  de aventuras en las que sumergir a nuestros hijos con una mochila y un bocadillo... y tiempo.
Un gran olvidado, por desgracia , en la sociedad actual. Nuestros hijos desean el mayor regalo que podemos hacerles... nuestro tiempo.
Olvídate de regalos caros y coge pista para "chutarle" unos penaltis, tírate al suelo con ellos, hazlos reír... será la mejor de las cosas que les podamos dar nunca.
Gracias por haber llegado hasta aquí y os deseamos unas  FELICES FIESTAS.





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